El Convenio de los Brujos.

  Los brujos trabajan generalmente en grupos conocidos como convenios (covens), aunque hay casos de practicantes solitarios de la religión, que prefieren observar sus prácticas y creencias sin la ayuda de un convenio. Muchos convenios forman números pares, generalmente parejas. Esto es importante porque los brujos creen que las energías creadas durante sus convenios deben ser polarizadas por los dos sexos. Los miembros del convenio no tienen que estar casados entre sí y muchas veces las parejas se forman entre un brujo y una bruja que sólo son amigos y que se unen durante los rituales para crear la necesaria polaridad.
  La dirigente principal del convenio Gardneriano es la gran sacerdotisa, asistida por el gran sacerdote. Es ella la que toma todas las decisiones importantes en el grupo, la que lleva a cabo las iniciaciones y otros rituales de importancia. El gran sacerdote la ayuda en todas las ceremonias.
  El convenio de Wicca existe para adorar a las fuerzas de la naturaleza y para ayudarse mutuamente en paz y armonía.

  Dentro del convenio los brujos forman una hermandad sagrada cimentada en leyes antiquísimas, fuertes juramentos, y obediencia total a la gran sacerdotisa. Ésta representa a la Gran Diosa o Diosa Blanca, la cual tiene muchos nombres, todos provenientes de las mitologías y religiones antiguas. Entre sus muchos nombres están; Artemis, Diana, Isis, Ishtar, Habondia, Cerridwen y Aradia. Éste último nombre es uno de los que más comúnmente se usa en los convenios modernos de Wicca. La Gran Diosa es identificada principalmente con la Luna y con las fuerzas de la naturaleza, especialmente las aguas. Su consorte conocido como Cernnunos o Karnayna, un nombre procedente de los celtas. Karnayna representa a la fauna o animales de la floresta y los manglares, y siempre es representado con una cornamenta parecida a la de los ciervos. La mayor parte de las veces se le representa sentado con las piernas cruzadas. En tiempos antiguos era venerado como un dios de la prosperidad y la abundancia. El gran sacerdote es el representante de Karnayna en el convenio.
  El fundamento principal del poder del convenio es la pirámide de los brujos. Ésta es una pirámide espiritual e imaginaria. Uno de sus cuatro lados es formado por la voluntad dinámica y controlada del brujo; el segundo lado representa a la imaginación, a través de la cual el brujo visualiza claramente sus deseos para que estos sean cumplidos; el tercer lado es una fe ciega y total en la habilidad del brujo de lograr lo que desea a través de su magia; y el cuarto lado es el silencio, ya que el brujo nunca puede revelar quien es ni los poderes que posee. De modo que los cuatro lados de la pirámide del brujo son: voluntad, imaginación, fe y silencio. Estas cuatro cosas son las reglas básicas de Wicca o Brujería. Junto a esta pirámide de poder, el brujo acumula profundos conocimientos de las leyes naturales y el movimiento de las poderosas marcas cósmicas. El origen del poder de estas de estas marcas proviene de los movimientos del Sol, la Luna y los planetas a través del sistema solar.

  Los brujos creen que no es suficiente tener conocimiento y poder. Es también necesario saber cómo enfocar y dirigir este poder y conocimiento en la dirección y propósitos deseados. Estos propósitos nunca deben incluir hacer daño a otras personas o acumular poder para dominar a los demás.
  Muchos convenios de Wicca se reúnen una vez por semana, casi siempre en sábado, aunque pueden haber reuniones especiales convocadas por la gran sacerdotisa  si algún miembro del convenio está necesitado de ayuda de emergencia. En el convenio Gardneriano que presentamos aquí, estas reuniones se conocen como Esbats. Algunos convenios consideran el Esbat como un ritual lunar. Las grandes ceremonias se celebran durante los festivales de Wicca y también en Luna Llena. Estas reuniones plenarias se conocen como Sabbats y son 21 en total; las trece Lunas Llenas del año y los ocho festivales tradicionales, que incluyen los solsticios de verano y otoño, y los equinoccios de primavera e invierno.
  El propósito principal de cada ceremonia es el de levantar el Cono del Poder. Sin el Cono del Poder la ceremonia de Wicca no está completa y los poderes del grupo son nulos. El Cono del Poder es creado durante la ceremonia de Wicca por los miembros del convenio, los cuales se toman de las manos formando un círculo y comienzan a moverse rápidamente hacia la derecha, hasta terminar corriendo. Mientras corren de esta manera, están pronunciando una y otra vez las famosas runas que son el corazón de Wicca.

  Las runas contienen una invocación a las fuerzas de las naturaleza, especialmente a Aradia y Karnayna, exhortándolos a que bajen al círculo y hagan realidad los deseos del convenio. Personas con visión astral han visto el Cono del Poder levantándose en el medio del círculo de brujos como un pilar de energía radiante de inmenso poder. Cuando la gran sacerdotisa, que dirige el levantamiento del Cono, juzga que suficiente energía ha sido acumulada con las runas, manda a los brujos detenerse. En este momento, la energía acumulada por el convenio es dirigida por ella, el gran sacerdote y todos los brujos hacia lo que todos en un conjunto desean lograr en esa ceremonia. La decisión de cómo emplear la energía del Cono del Poder es hecha por todos los miembros del convenio antes de empezar la ceremonia y a veces con semanas de anterioridad. La energía es siempre usada para una sola cosa en particular, pues una de las principales reglas de la magia es que la energía dirigida a más de un objetivo es energía perdida y disipada. La energía es usada para ayudar a uno de los miembros alcanzar algo que desea o necesita fuertemente. Los brujos alternan el uso de las energías del Cono del Poder entre sí muy fraternalmente. Y como cada miembro recibe la energía del Cono en uno de los Esbats o Sabats, todos están dispuestos a cooperar para ayudarse mutuamente, intercambiando sus energías como buenos hermanos.
  El Cono del Poder puede ser utilizado en curaciones, para resolver problemas amorosos o de dinero, para ayudar a uno de los brujos a conseguir trabajo, a resolver un caso de corte, o a conseguir cualquier cosa que pueda desear o necesitar. La energía del Cono depende naturalmente de la concentración y fuerza mental de los miembros del convenio pero como es energía mental concentrada, siempre se ven resultados positivos. Es esto lo que mantiene a los brujos unidos en el convenio, ya que es más fácil resolver un problema a través de las energías acumuladas de muchas personas que con la energía de una sola.

  El Cono del Poder está fuertemente fundado en la pirámide de los brujos, ya que sin voluntad, imaginación, fe y silencio el Cono no puede ser levantado. El otro elemento de poder en la ceremonia es el círculo mágico.
  Los brujos creen que el círculo ayuda a concentrar la energía del Cono del Poder y a mantenerla en su lugar sin que se disipe. Por esta razón, la primera acción de la sacerdotisa, antes de empezar cada ceremonia es trazar el círculo mágico con su cuchillo mágico, conocido como "athame". Una vez que el círculo ha sido trazado, los brujos sólo se pueden mover hacia la derecha (deosil), ya que moverse hacia la izquierda dentro del círculo se conoce como widdershins. En algunos ritos, los brujos usan el movimiento de widdershins para acumular tanto energías positivas como negativas.
  Muchas veces, sobre todo cuando quieren influir en una persona a distancia, los brujos usan el Cono de Poder para crear un "elemental", es decir, una entidad mental que toma la forma de una bola de energía o de un pájaro. Este "elemental" es enviado a la persona con un mandato especial e instruido para que regrese al brujo a informarle el resultado de la enviación.
  Los brujos creen que la Brujería no es otra cosa que la habilidad de manipular las fuerzas de la naturaleza para lograr lo que se desea. Consideran que el poder cósmico del universo no es ni bueno ni malo, es neutral. Es la persona que utiliza este poder la que lo hace bueno o malo.

  Para asegurarse de que no están utilizando este poder de forma negativa, los brujos se adhieren a varias leyes y reglamentos. La ley principal de Wicca es la siguiente:

Si no haces daño a cualesquiera,

puedes hacer lo que tu quieras.

  Esta ley significa que el brujo es libre para expresar su voluntad y utilizar las fuerzas de la naturaleza como se le venga en gana, siempre y cuando no las utilice para hacerle daño a otra persona, animal, vegetal o cosa. Las personas que no se adhieren a esta ley principal, no son verdaderos brujos sino magos negros.

  Otra ley de gran importancia para el brujo es la Ley del Tres. Esta ley dice que cualquier acto, ya sea benéfico o maléfico, que sea llevado a cabo por una persona regresa a él o ella con el triple de fuerza. Nada ni nadie en el universo es exento a esta ley cósmica y es por esta razón que los brujos tienen tanto cuidado en no cometer actos negativos o destructivos dirigidos hacia otra entidad, tanto humana como animal o inmaterial ya que saben que van a tener que pagar el daño multiplicado tres veces. Ésta también es la razón por la cual  los brujos aman y cuidan a todo lo que existe en la naturaleza, especialmente los animales, los árboles y toda criatura terrestre.

  Otras leyes utilizadas por los brujos son a las que afectan sus magias. Entre estas leyes está la ley de contacto, la cual dice que todo lo que ha estado en contacto con una persona o cosa mantiene el contacto mucho después de haberse separado de ésta. Por esta razón creen que objetos que han pertenecido a una persona o han sido usadas por ésta pueden ser utilizados para influir en ella a distancia.

  Otra ley importante es la ley de similaridad o magia imitativa. De acuerdo con esta ley, las cosas parecidas atraen cosas parecidas. El brujo utiliza esta ley para llevar a cabo magias que imitan lo que desea que suceda.

  Además de Aradia y Karnayna, los brujos creen en la existencia de fuerzas elementales como hadas, gnomos, elfos, ondinas y salamandras. Estas entidades se conocen como elementales porque están asociadas con los cuatro elementos.

   - Aire.

     Elfos y hadas.

   - Fuego.

     Salamandras (se visualizan como pequeños dragones de fuego que saltan entre todas las llamas).

   - Agua.

     Ondinas (se visualizan como criaturas azuladas muy bellas, hechas de vapor).

   - Tierra.

     Gnomos (seres humanos en miniatura con largas barbas que viven en el centro de la Tierra y son dueños de todas las minas y minerales).

  Estas criaturas existen en el plano astral pero pueden ser contactadas a través de ciertos rituales y ceremonias. Las hadas son las entidades favoritas de los brujos, especialmente los reyes de las hadas, bautizados por Shakespeare como Titania y Oberón. Se les hacen ofrendas especiales la noche del solsticio de verano, que los brujos conocen bajo el nombre de "la noche de la mitad del verano".

  Los brujos se saludan al encontrarse y al despedirse besándose en la mejilla y diciendo "Bendito Sea". Éste es el saludo ancestral de Wicca y todos los brujos lo utilizan en un sinfín de idiomas a través del mundo.
Otra despedida común, que se añade en muchos convenios, es "Alegres nos encontramos y alegres nos separamos".
  Cada brujo o bruja tiene que escoger un nombre mágico que lo identifica con los miembros del convenio. Muchos brujos famosos han revelado sus nombres mágicos al mundo, pero esto no es bien visto por los mayores que observan rigurosamente la ley del silencio o secreto, que forma parte de la pirámide de los brujos. La mayor parte de los brujos utilizan nombre mágicos asociados con la naturaleza o con una cualidad que admiran o desean. Entre muchos nombres mágicos de brujos están: Paz Serena, Lobo Plateado, Claro de Luna, Águila Blanca, Diana del Mar, Eco Lunar, Luna Plateada, Mariluna y Rayo de Plata.
  Los brujos enseñan que la Gran Diosa tiene tres manifestaciones que se reflejan en toda mujer. Éstas son: la doncella, la matrona y la anciana. Toda mujer pasa por estas tres fases.
La doncella es una mujer joven, no necesariamente virgen; la matrona es una mujer madura, entre los 30 y 50 años; y la anciana es una mujer de edad más avanzada, pasando de los 50 años.
De las tres, la anciana es la considerada más sabia de las fases de la Diosa, y la más respetada. Muchas veces, cuando la gran sacerdotisa llega a la fase de la anciana, pide retirarse para dejarle su lugar a una de las brujas más jóvenes del convenio, pero generalmente los demás brujos le niegan el retiro, especialmente si es una gran sacerdotisa de mucho poder. Si la gran sacerdotisa insiste en abandonar el convenio, tiene licencia para hacerlo más un año y un día para cambiar de idea. Si dentro de ese tiempo decide regresar, la nueva gran sacerdotisa tiene que hacerse a un lado y devolverle su puesto.

  Antes de considerar el ingreso de un nuevo miembro al convenio, la gran sacerdotisa y los demás brujos estudian cuidadosamente las circunstancias de esa persona, ya que va a formar parte de una hermandad muy allegada donde no hay secretos entre sí. Sólo cuando están convencidos que el aspirante a brujo reúne los requisitos necesarios, éste es admitido en el convenio. Tan pronto es aceptado por el grupo, es invitado a asistir al próximo Esbat o Sabbat donde recibe la Iniciación de Primer Grado en Wicca.
  Existen tres tipos de iniciaciones en la religión: Primer, Segundo y Tercer Grado. Cuando un brujo o bruja recibe la Iniciación de Tercer Grado se considera que tiene suficientes conocimientos y experiencias para abrir su propio convenio. No todos los brujos abandonan el convenio madre al recibir la tercera iniciación, pero los que deciden hacerlo reciben la bendición y el beneplácito de la gran sacerdotisa y el gran sacerdote. El nuevo convenio se considera una rama del convenio original. Uno de los símbolos de rango de la gran sacerdotisa es una liga verde que lleva en el muslo izquierdo. Cada vez que un miembro del convenio abre su propio grupo, la gran sacerdotisa coloca una hebilla de plata en su liga. Existen convenios de muchos años cuya gran sacerdotisa ostenta una liga llena de muchas hebillas, cada una representando un convenio comenzado por uno de sus brujos.
  Todos los convenios de brujos se respetan entre sí, pero una de las leyes de Wicca prohíbe revelar los nombres de sus miembros a otros convenios ni el lugar donde se reúnen. Esto data del tiempo de la Inquisición, cuando la práctica de la Brujería era condenada y muchas veces terminaba en las llamas de una hoguera. En los grandes festivales, muchos convenios de brujos se citan para celebrar la fecha con un gran Sabbat, pero aún en estas ocasiones no se revela qué brujo pertenece a cuál convenio ni dónde se reúnen.

  Cada convenio tiene también un nombre escogido por la gran sacerdotisa. Entre nombres comunes de convenios están: El Círculo de Aradia, La Rueda de la Luna, Los Hijos de la Luna, La Estrella de Plata y Los Hijos del Lobo Blanco.
  Los brujos guardan celosamente los secretos y reglas del convenio, y a menudo están atados a éste por un juramentos escalofriantes. Un brujo que traiciona a su convenio o le hace alguna magia negativa a uno de sus miembros, es desterrado de inmediato y maldecido por la gran sacerdotisa, el gran sacerdote y el convenio entero. Una de las maldiciones de un traidor es la siguiente: "Que la maldición de la Gran Diosa sea con él, que jamás pueda volver a nacer en la tierra y que por siempre permanezca en el infierno de los cristianos".
  La idea de que los brujos vuelan en escoba viene de la práctica medieval de saltar en una escoba por los campos de cosechas para que éstas crecieran en abundancia.
  Uno de los secretos más antiguos de los brujos es el ungüento volador, que se usaba en tiempos antiguos para tener la sensación de que se volaba por el aire. De ahí proviene la idea de que los brujos vuelan. En realidad, el ungüento estaba basado en ciertas sustancias alucinógenas como la belladona y otras parecidas, las cuales daban un sentido de euforia a quien se lo frotaba por el cuerpo. Esta práctica se ha perdido a través del tiempo, cuando fue descubierto el daño que esta sustancia le proporcionaba al sistema nervioso central. De modo que los brujos nunca volaron y hoy en día menos que nunca.
  Otra ley importante de Wicca es que un brujo no puede aceptar dinero a cambio de su ayuda mágica a una persona.
Tampoco pueden regatear en la compra de ningún objeto.
  También está prohibido poner en peligro al convenio o a ninguno de sus miembros. Las disputas que se puedan presentar entre los miembros son decididas por la gran sacerdotisa o por un consejo de mayores. El convenio mantiene un libro especial donde están apuntadas las yerbas que son útiles en la curación de enfermedades o en la práctica de la magia, además de muchas otras enseñanzas secretas. Este libro está disponible para el uso de todos los miembros. También existe otro libro donde están escritas las yerbas malignas y las magias oscuras, pero este libro es sólo accesible para los mayores, los miembros del consejo y la gran sacerdotisa. Los demás miembros no tienen permiso para consultarlo.
  Cuando un brujo comete una falta contra el convenio y se arrepiente, tiene que confesar su falta de rodillas a los pies de la gran sacerdotisa. Ésta pasa sentencia con la aprobación del convenio. Generalmente estas faltas son castigadas con varios golpes del látigo que todo brujo tiene en su poder y que es el símbolo principal del rango de la gran sacerdotisa. El brujo arrepentido besa la mano de la gran sacerdotisa y luego besa el látigo, dando gracias por el castigo recibido. Los latigazos son seguidos por un pequeño festejo donde todos besan y perdonan a la persona castigada.
  Toda gran sacerdotisa lleva el título de "Dama" antes de su nombre mágico. El gran sacerdote lleva el título de "Señor" antes de su nombre mágico.
  La gran sacerdotisa siempre tiene una asistente que se conoce como la Doncella, que siempre es joven, y la ayuda en los menesteres de su cargo.

  En tiempo modernos, Wicca ha empezado a añadir nuevos elementos a sus ritos. La adivinación (que antes estaba basada en la observación de la naturaleza), las cartas del Tarot y la bola de cristal; ahora incluye a la astrología, la cábala hebrea y la magia ceremonial.
  De manera que la Wicca actual es una religión dinámica y evolutiva, cuyos miembros han asimilado muchos aspectos de la vida moderna, sin abandonar sus antiguas prácticas y creencias.